martes, 9 de febrero de 2016

¿Qué sabemos sobre el efecto placebo?

Boletín Infac, volumen 23 n 8
CEVIME  , 8 de febrero de 2016


Introducción
El uso de medicación inerte o no indicada ha sido algo habitual a lo largo de la historia de la medicina. En la actualidad, el placebo se usa principalmente en la investigación y en el estudio del propio fenómeno placebo, y también sigue utilizándose en la práctica clínica. El término placebo es
latino y significa «yo complaceré». Se utiliza desde al menos el siglo XVIII para describir los tratamientos inocuos, de complacencia; pero desde la segunda mitad del siglo XX, con el desarrollo del ensayo clínico aleatorizado (ECA), que exige la comparación de un fármaco en estudio con un placebo de idéntica apariencia, el interés por el placebo y sus efectos se intensifica. Por otra parte, junto a los beneficios terapéuticos observados en el grupo placebo de los ECA, también se pudo constatar la aparición de efectos adversos; ello dio lugar a la introducción del término nocebo («yo dañaré»), para denominar los efectos secundarios nocivos atribuibles al placebo1,2 . Existen diferentes opiniones con respecto al uso del placebo en la práctica clínica. Por una parte, el placebo se menosprecia como una intervención inerte y engañosa utilizada para agradar o calmar al paciente, pero sin ningún potencial para producir un efecto terapéutico significativo. Por otra, el efecto placebo se considera útil para producir un alivio sintomático sustancial en diversas situaciones médicas3.
El efecto, utilidad e indicación del placebo es un tema controvertido y en los últimos años ha suscitado gran interés, dando lugar a diversos estudios científicos para intentar aclarar a través de qué mecanismos actúa y evaluar su potencial para mejorar el cuidado del paciente.
En este boletín se repasarán los distintos factores que pueden intervenir en los efectos placebo y nocebo, así como los aspectos éticos y legales que los rodean.

número completo en

http://bit.ly/20QjRU8

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